Farmacias locales señalan que medida dirigida más bien a cadenas no corregirá problema de fondo y que ellas funcionan en base a productos bio-equivalentes que de marca.
El Ministerio de salud puso ayer en marcha el proceso de fiscalización a las farmacias en el marco de la nueva política nacional de medicamentos anunciado como parte de las 30 medidas que apuntan a reducir el precio de estos productos y aumentar el acceso.
El rigor de las fiscalizaciones en terreno señala que los locales que incumplan por segunda vez las disposiciones sobre provisión de bioequivalentes serán “clausurados, arriesgando perdida del registro”.

El principal foco de la gestiones en terreno es asegurar que las cadenas cuenten con Stock necesario de medicamentos bio-equivalentes a disposición de los compradores y para el caso de los establecimientos que no cumplan esta exigencia la autoridad aplicará multas y la salida del registro sanitario que autoriza su funcionamiento.
En el caso de la comuna de Los Lagos desde farmacia Torres su propietario Aladino Torres señaló a radio atractiva que “…el principal ingreso propio es a través de bio-equivalentes, fármacos que finalmente nuestros clientes habituales saben que pueden encontrar con nosotros y que para el caso de medicamentos más específicos claramente recurren a farmacias regionales o de cadena señalando que de todas formas este tipo de fiscalizaciones y medidas específicas no mejorarán el problema de fondo que influye desde el origen y no necesariamente en quienes nos toca vender, explicó.
Por su parte Carolina Rodríguez químico farmacéutico de farmacias del Sur defendió el funcionamiento de farmacias locales señalando que “…ellos en lo particular trabajan con el enfoque de traer medicamentos de bajo costo y qué son bioequivalentes y genéricos los que tienen igual eficacia y seguridad que un medicamento original ó de marca pero que nuestro compromiso es informar al comprador y por costumbre ofrecer el alternativo por sobre la solicitud, que es la receta emitida por el médico consignada con el fármaco y “su nombre de fantasía”, lo que no debiera suceder.