El matrimonio de Karol “Dance” Lucero y Fran Virgilio enfrenta su momento más crítico a menos de un año de haberse dado el “sí”. En las últimas horas trascendió que la pareja estaría separada tras un escándalo de infidelidad que sacudió a la farándula nacional.
El propio Karol no tardó en reconocer la traición, confesando en privado que “asumo mi error y la cagué hasta el fondo. Soy el culpable de todo y caí. El casado soy yo y no debí hacerlo”. Esta nueva polémica llega a coronar un 2025 turbulento para el ex Yingo, marcado por denuncias de abuso laboral y problemas legales ligados a su empresa, episodios en los que Fran se había mostrado públicamente como un pilar de apoyo.
“Creo que tengo fortaleza en hartas cosas y lo importante en toda relación, cuando hay problemas, siempre es conversar y apoyarse uno al otro, así que la verdad es que estoy muy bien”, declaró en su minuto, cuando se le consultó cómo sobrellevaba las polémicas y “funas” ligadas a su esposo.
En ese entonces, incluso reveló que ambos tenían intenciones de convertirse en padres en el futuro, aunque sin apuro por la cantidad de proyectos que manejaban. Hoy, tras este nuevo golpe mediático, la relación parece quedar en la cuerda floja: entre el distanciamiento y la desconfianza, la pareja atraviesa un escenario incierto que contrasta con la imagen de fortaleza y complicidad que intentaban proyectar.