Por un valor que oscilaba entre los 700 mil y el millón de pesos, funcionarios del registro civil entregaban pasaportes o carnet de identidad, pero falsos. Los funcionarios, entregaron documentos a lanzas internacionales para que pudiesen entrar al país o salir de el, sin ser detectados. Sin embargo, el negocio turbio y el chipe libre de los delincuentes que pagaban por estas falsificaciones se terminó.
La fiscalía de Pudahuel en la Región Metropolitana, desde donde se ejecutaban estos delitos, formalizó a los involucrados. Seis personas que habían trabajado en el servicio y uno que aun era empleado del lugar. Las falsificaciones se realizaron desde octubre del año pasado, hasta hace un par de semanas.
También se detuvieron a 3 civiles que colaboraban en esta red de falsificación de documentos.
Los detenidos quedaron en prisión preventiva a la espera de una condena por los 37 pasaportes que falsificaron y las 5 cédulas de identidad.