Uno de los anuncios hechos por el presidente Sebastián Piñera fue el congelamiento del alza en la tarifa de la luz. Anuncio que sorprendió pues no estaba en los planes de nadie. Sin embargo se supo que el gobierno estaba trabajando hace ya dos meses en una política pública que apuntaba a la misma dirección, que la luz no suba más, o al menos por un buen tiempo.
El anuncio anticipado de esta propuesta, que ya se convirtió en realidad, generó movimientos importantes al interior de los dueños de las empresas que tienen el negocio de la luz. Según afirman, el costo se no subir la luz tendrá una repercusión de 1350 millones de dólares.
Desde el sector privado dicen que están dispuestos a asumir el costo por la coyuntura, pero el anuncio de no subir el precio hasta el 2025 deberá tener una garantía para ellos. ¿Qué quiere decir esto? Que si de aquí al 2025 entre alzas y bajas, las empresas no neutralizan la estabilización y no recuperan lo perdido, aplicarían intereses al gobierno.
Una de las razones para que las empresas eléctricas quieran cobrar intereses si no recuperan dineros al 2025, es que el 80% de sus operaciones han sido financiadas bajo la modalidad apalancamiento, quiere decir que se endeudaron.