El medio digital Region2.cl informó que el contrabando de huevos provenientes de Bolivia mantiene en alerta a las autoridades, con más de un millón de unidades decomisadas solo en 2025, superando ampliamente los registros de años anteriores. Estos productos ingresan al país sin origen conocido, sin cadena de frío, sin certificación sanitaria y sin trazabilidad, convirtiéndose en un riesgo grave para la salud pública.
En la macrozona norte se han detectado caravanas clandestinas que trasladan huevos sin control alguno, mientras miles de unidades logran llegar a ferias y comercios informales en Antofagasta, Mejillones y Calama, donde su venta se ha masificado por su bajo precio. Equipos médicos de Antofagasta reportan un aumento de casos de diarrea y vómitos, vinculado al consumo de huevos adquiridos en el comercio ilegal.
El riesgo es alto: estos productos podrían contener Salmonella, E. coli u otros agentes peligrosos, afectando tanto a las personas como al patrimonio zoosanitario del país.
El contrabando además genera un grave daño económico, afectando a productores formales que cumplen con las exigencias del SAG y la Seremi de Salud. Por ello, la Comisión de Seguridad Pública del Senado analiza un proyecto que endurece las penas, aumenta multas e incluso permitiría incautar camiones y retirar licencias internacionales de los involucrados.
El problema trasciende fronteras: en países como Argentina, cámaras avícolas denuncian el ingreso masivo de huevos sin control sanitario desde Brasil, Bolivia y Paraguay.
Las autoridades llaman a no comprar huevos en comercios informales y a privilegiar locales establecidos con adecuada refrigeración, rotulación y certificación. Cada compra ilegal —advierten— alimenta una red que pone en riesgo la salud de las personas y la seguridad alimentaria del país.