El Gobierno decidió, finalmente, contratar un seguro contra terremotos con el Banco Mundial, con una prima anual de 4,75 por ciento y una cobertura de 630 millones de dólares.
La poliza tiene por objetivo cubrir el impacto financiero que este tipo de desastres naturales provoquen en el manejo de la política fiscal y el nivel de deuda pública de Chile.
Lo anterior se traduce en que, con este seguro, Chile recibirá indemnizaciones preestablecidas por hasta el máximo de la cobertura en caso de terremotos de alta intensidad que provoquen daño material al país.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, comentó que "esto constituye un nuevo paso hacia unas finanzas públicas mejor protegidas y resilientes ante eventos de catástrofe natural de gran magnitud, como puede ser un terremoto, y es parte de una estrategia integral que refuerza nuestro compromiso con la responsabilidad fiscal, lo que destacan distintos agentes locales e internacionales".
La autoridad de Gobierno, además, agradeció al Banco Mundial por su gestión en el seguro contra terremotos e indicó que "la movilización de capitales para el manejo de riesgo catastrófico constituye una pieza clave en el apoyo de nuestra estrategia integral".
La estrategia "contempla además la disponibilidad de recursos en el Presupuesto Nacional para eventos de mayor frecuencia pero de menor costo fiscal, y la creación de un Fondo para Desastres Naturales (FODEN) que actualmente está en discusión en el Senado para aquellos sucesos de menor periodicidad, pero con un impacto algo mayor en las finanzas públicas", explicó Marcel.